martes, 31 de diciembre de 2013

Aprende a activar tu metabolismo


Muchas personas, pasan años haciendo dietas y no consiguen perder peso. ¿Quieres saber por qué?
Si comes siempre ensalada, o solamente haces dos comidas al día, estás mal acostumbrado a tu cuerpo.

Tu cuerpo trabaja cada vez que comes, tiene que quemar calorías para hacer la digestión y si no le damos la comida que necesita, además de mal nutrirnos, le enseñamos a guardar reservas, que se irán acumulando en forma de grasa.

Aprende estos sencillos trucos para acelerar tu metabolismo:

1. No te saltes ninguna comida, realiza 5 al día

2. Desayuna bien, eso despertara tu metabolismo para que trabaje más durante el día

3. Los alimentos ricos en proteínas y carbohidratos provocan mayor gasto de calorías, pero cuidado, elige carbohidratos de índice glucémico bajo como cereales integrales, hortalizas o frutas y las proteínas de calidad como las de las carnes magras, los huevos, el pescado y las setas.

4.
Cambia de vez en cuando tus ejercicios para no acostumbrar al cuerpo, trabaja una un día una zona y la dejas descansar otro día mientras entrenas otra zona.

5. Duerme al menos 8 horas, la falta de descanso y estrés son factores que hacen ganar peso y ralentizan el metabolismo.

6. Las especias picantes como la guindilla, tabasco, pimentón… ayudan a quemar calorías.

7. Otros alimentos que te ayudarán a eliminar la grasa de tu cuerpo son: son la canela, pomelo, té verde y la sopa de tomate

jueves, 26 de diciembre de 2013

El plato del bien comer



Algunas veces, la rutina diaria y la falta de tiempo hacen que las personas no lleven una dieta balanceada y se olviden de consumir alimentos que les proporcionen las cantidades necesarias de nutrientes para un buen funcionamiento del organismo.
"El plato del bien comer. Una guía de alimentación para la población mexicana, que facilita la orientación alimentaria y puede así fomentar buenos hábitos de alimentación en la población para todos los grupos de edad", explica la nutrióloga Sandra Díaz.

¿En que nos beneficia?
Esta herramienta tiene como fin brindar orientación y ofrecer opciones prácticas para integrar una dieta correcta, adecuada a cada cultura, a las costumbres, las necesidades y posibilidades de cada individuo, para aprender a balancear sus alimentos de una manera práctica y sencilla.
- Es una muestra gráfica de las porciones que deben existir en cada comida.
- Nos proporciona una fácil identificación de los grupos de alimentos para la creación de menús saludables.
- Y ninguno de los grupos se privilegia sobre otro.
Clasifica a los alimentos en tres grupos
Verduras y frutas: aportan vitaminas, minerales y fibra, así como color y textura a la dieta. Como ejemplo de este grupo tenemos la naranja, el plátano, la papaya, el brócoli, las zanahorias y la calabaza, entre otros.
Recuerda que es importante incluir en la dieta diaria cinco porciones de verduras o frutas al día, de preferencia crudas y de la estación.
Cereales: son la principal fuente de la energía que el organismo utiliza para realizar sus actividades diarias por lo que su consumo es fundamental para el buen funcionamiento orgánico. Este grupo incluye el maíz, arroz, trigo y avena. Es preferible consumir los cereales integrales por su aporte en fibra.
Leguminosas y los alimentos de origen animal: es el grupo que aporta proteínas.
Entre las leguminosas encontraras: frijoles, lentejas y habas. Su consumo es recomendable de una a dos veces por semana.
Los alimentos de origen animal aportan también grasa saturada (colesterol), por lo que su consumo deberá limitarse a una cuarta parte de tu plato.
"Una dieta correcta, junto con la actividad física, son los pilares fundamentales que nos permiten mantener una buena salud", expresa la asesora nutricional.
¿Cómo saber si se lleva una buena alimentación?
Los siguientes puntos te ayudarán a encontrar tal respuesta:

Completa: Esto quiere decir que contenga todos los grupos de alimentos y por lo tanto todos los nutrimentos. Esto se logra al incluir al menos un alimento de cada grupo en cada comida.
Equilibrada: Los nutrimentos guardarán las proporciones entre sí, al integrar los menús de las comidas.
Suficiente: Se tienen que cubrir las necesidades nutricionales de cada persona de acuerdo a edad, sexo, estatura, actividad física o estado fisiológico.
Variada: Que incluya diferentes alimentos de los tres grupos en cada tiempo de comida.
Higiénica: Que se preparen, sirvan y consuman con limpieza.
Adecuada: Para los diferentes gustos, costumbres y disponibilidad de los mismos.
Puede sonar complicado, pero en realidad es más sencillo de lo que parece.
"La única limitación que existe para tener una dieta correcta es la imaginación que tengamos para crear combinaciones saludables"
Si quiere que le ayudemos a alcanzar sus metas contacte con nosotros:
                   
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lunes, 23 de diciembre de 2013

¿Se puede comer Sano en fiestas de fin de Año?

La Navidad es una buena ocasión para recuperar las recetas tradicionales. Nos harán recordar sabores y olores de la infancia de nuestra familia.-

La preparación de las comidas y de las cenas se puede convertir en todo un ritual culinario en el que algunos tienen la posibilidad de emplear más tiempo y algo más de dinero, pero de nuevo sin excesos, sin derroches. El cariño puesto cuando se cocina está presente en la comida. No se trata de sentir 'orgasmos' con cada bocado, como pasaba en la película 'Como agua para chocolate', pero al menos disfrutar de lo que comamos, saborearlo, degustarlo para que la comida nos siente mejor.
De hecho, en ocasiones, los platos tradicionales suelen resultar bastante equilibrados. La doctora Emma Camarero-González, jefe de sección de la Unidad de Nutrición del Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela, explica, que en ellos se suelen combinar la carne o el pescado con verduras. "Las comidas este tipo de platos no son abusivas. Lo que sí lo es lo que el mercado está poniendo de moda, como la ingesta excesiva de grandes cantidades de marisco, que a veces se combinan con embutidos".
Los expertos recomiendan que no se exceda el consumo de marisco, debido a que posee gran cantidad de grasa y de ácido úrico. No obstante, "si se toma una cantidad mayor de marisco de forma puntual éste es más tolerable, a no ser que la persona sufra alguna patología", aclara Ricardo Gracia, jefe de servicios de Endocrinología del Hospital Universitario de la Paz, en Madrid.
El doctor Ramón Coronas Alonso, consultor senior del Servicios de Endocrinología y Nutrición del Hospital Clinic de Barcelona, añade, “en estos días se debería no insistir en tomar grandes cantidades de grasas, alcohol o féculas (cereales, patatas, etc.)". Este tipo de restricción, que tampoco ha de ser severa, también debería realizarse en los días posteriores a las fiestas, según añade este médico.

Atención a los postres

Además de los platos principales, los postres son otro de los puntos que deben centrar nuestra atención, para lograr una 'dulce', y no amarga, Navidad. Como explica Javier Aranceta, secretario general de la Sociedad española de Nutrición Comunitaria, a menudo sientan mal y descompensan a las personas diabéticas o que padecen del estómago, por ejemplo. Y señala que "es el momento para los postres caseros que no hacen tanto daño, como un roscón hecho en casa, unas peras al vino, tartas de fresas/frutillas o de uvas".
En este sentido, la doctora Camarero-González sugiere que se tomen "frutas de temporada, como piñas/ananás, chirimoyas, sandías y melón además de los dulces navideños. Pero, lo que no se debe hacer es añadir postres extra, como una tarta de chocolate". Particularmente, la piña es uno de los postres más recomendados: "Posee pocas calorías y tiene enzimas que ayudan a la digestión" resalta Ramón Coronas, quien también destaca el buen papel que juegan los cítricos, como las naranjas.
En cuanto a los dulces navideños, que invaden por estas fechas los centros comerciales y que conforman otra de las tradiciones, los expertos no ven ningún problema si se consumen con moderación y de forma puntual. El turrón suele poseer, entre otros ingredientes, "almendras que tienen grasas insaturadas que no inciden en la subida de colesterol. Por esta razón, las personas que tienen el azúcar o el colesterol un poco alto no tienen por qué prescindir de ellos, asegurándose de que consumen una cantidad reducida de turrón", señala el médico del Hospital Clinic de Barcelona.
Ahora bien, este experto no duda en afirmar que "el turrón posee muchas calorías". Y es que muchas personas se suelen preocupar por el peso que pueden ganar con estos dulces típicos. En este sentido, si se quieren tomar es importante fijarse unas cantidades moderadas y tomarlo de forma puntual.

Las bebidas alcohólicas

El alcohol, en una cultura como la nuestra, está muy presente en estas fechas. Igual que con los alimentos anteriores, los diferentes expertos no son partidarios de prohibir su consumo pero sí de limitarlo a las cantidades recomendadas, y más si la persona posee algún tipo de patología que se pueda ver implicada. El especialista en nutrición, Javier Aranceta, recomienda consumir sobre todo 'calidad' y de forma moderada, igual que con la comida. Un buen vino o cava, si se toma en las cantidades adecuadas hará menos daño y nos provocará menos dolores de cabeza la mañana siguiente.
El alcohol se use de modo correcto, siguiendo los máximos establecidos (dos copas de vino al día por el hombre y una por la mujer). Si estas cantidades se excediesen un poco, lo fundamental es que se haga en los días señalados de las fiestas pero no en todo el período vacacional. Y, si se consume más de lo permitido se debe seguir el lema de 'si bebes no conduzcas', para evitar poner en peligro la salud propia y de los demás.

¿Las Navidades giran alrededor de las comidas?

El alimento es socialización, es afecto". Esta afirmación, resume el espíritu navideño. Las familias se reúnen alrededor de la mesa y deciden pasar tiempo juntos, un detalle que con el estrés del día a día se suele pasar de largo. Él mismo explica la importancia de las comidas y las cenas, ya no para alimentarnos, sino para satisfacernos al tomar alimentos caseros, familiares y compartiendo la ocasión con los nuestros. "A menudo importan los neurotransmisores cerebrales que nos permitan sentirnos bien".
Debido a que las Navidades giran en torno de la comida, las personas que el resto del año deben realizar una dieta estricta, por cuestiones saludables, se pueden sentir algo más 'tristes' al no poder participar de la celebración. Por esta razón, el secretario general de la Sociedad española de Nutrición Comunitaria subraya la importancia de "hacer un esfuerzo para que todos compartan la mayor parte de las tradiciones". Y, como en todo, utilizar la imaginación.
Una vez haya comenzado el período festivo, las personas sanas pueden comer de todo de lo que sea tradicional, vigilando las cantidades durante los días de celebración propiamente dichos. Nochebuena, Navidad, Nochevieja, Año Nuevo, víspera de Reyes y Reyes, pero no los días restantes que quedan entre medias de uno y otro festivo. Por esta razón, no es buena opción comer los restos de la cena de Navidad durante los tres días siguientes puesto que en este caso nuestra dieta no está siendo equilibrada.
En estas fechas, según Aranceta, los servicios médicos suelen verse sobrecargados por pacientes que se descompensan debido a los alimentos que han ingerido, "poniendo en juego su salud y su vida". "Ya no son sólo casos de indigestión o de borracheras, sino que también se incrementa la incidencia de hiperglucemia o de infartos", afirma el doctor Gracia. "En algunas ocasiones son personas que desconocían que eran hipertensas o que padecían algún otro tipo de problemas", añade.

Personas con una dieta estricta

'Basta que te prohíban algo para que lo hagas'. Las personas a las que su especialista les niega participar de la celebración gastronómica, son en muchas ocasiones las que mayor peligro corren de sufrir los posibles malos efectos de la comida. Comen más de lo que no deben al sentir la frustración y la tristeza de no participar de la celebración familiar. Por esta razón, los endocrinólogos no son partidarios de prohibir ni de -como resalta el doctor Coronas- "romper con la tradición que es parte de nuestro conjunto humanístico y cultural".
Las personas diabéticas pueden tomar más cantidad de los alimentos que les está permitido comer (no de los que su enfermedad les impide tomar), pero sin excederse. No obstante, la doctora Camarero González destaca que estas personas "lo primero que deben hacer es consultar a su médico y que, en caso de que tomen dulces especiales para ellos, lo hagan siempre con moderación ya que suelen tener un mayor aporte graso".
Los niños y los mayores son otros de los grupos que deben controlar lo que toman. Según el doctor Gracia, "es fundamental que los más pequeños de la casa, sobre todo si tienen entre dos o tres años, consuman la menor cantidad de grasa posible." Pero sí se les puede dejar que prueben algo de lo que toman los demás (medio langostino, por ejemplo). Y, en ningún caso, se debe de permitir que beban alcohol".
¡Felices Fiestas!

jueves, 19 de diciembre de 2013

Claves para mantener un corazón sano


10 CLAVES PARA UN CORAZÓN SANO
Las enfermedades cardiovasculares son patologías propias de las sociedades occidentales y aunque algunos de sus factores de riesgo son fácilmente prevenibles, el alcance mundial de este tipo de dolencias es muy elevado: son la primera causa de mortalidad en el mundo, superando cualquier tipo de cáncer y el sida. Por lo general, no producen síntomas hasta que ya es tarde y se llega a producir un infarto o una angina de pecho.
Aparte de los aspectos no modificables, como la edad, el sexo, la herencia genética o la diabetes, existen otros riesgos para la salud del corazón cuyos efectos negativos podemos evitar. La prevención es la asignatura pendiente de la salud cardiovascular por eso te mostramos las 10 claves fundamentales para conservarla.
LO QUE DEBES SABER
  • Un estilo de vida físicamente activo va asociado a una reducción en la frecuencia y en la mortalidad de las enfermedades cardiovasculares.
  • Seguir una dieta equilibrada puede ayudar a disminuir tres de los principales factores de las enfermedades del corazón: colesterol elevado, hipertensión arterial y exceso de peso.
  • A partir de los 40 años se secomienda realizar revisiones médicas periódicas, especialmente quien tiene antecedentes familiares de enfermedad cardíaca, hipertensión, colesterol, diabetes, obesidad y tabaquismo.
1. Practicar ejercicio físico cada día
Un estilo de vida físicamente activo va asociado a una reducción en la frecuencia y en la mortalidad de las enfermedades cardiovasculares. Al mejorar el funcionamiento del sistema cardiorrespiratorio, tener un efecto beneficioso sobre el sobrepeso, la hipertensión arterial, la diabetes y la hipercolesterolemia, disminuye las posibilidades de aparición de angina de pecho e infarto de miocardio. Además, presenta efectos psicológicos muy importantes, que contribuyen a controlar el estrés y aumentar el bienestar mental.
Se ha visto que la actividad física es beneficiosa en ambos sexos y en todos los grupos de edad, siempre y cuando se practique regularmente, independientemente de cuándo se empiece, lo que indica que nunca es tarde para obtener sus beneficios. El ejercicio más recomendable es del tipo aeróbico: correr, caminar con energía, nadar, o ir bicicleta. Y los estudios demuestran que debe practicarse por lo menos tres veces por semana durante 30 minutos para fortalecer el corazón. De lo que se trata, en definitiva, es de adquirir, y sobre todo mantener, el hábito de realizar actividad física con regularidad.
2. Seguir una dieta sana y equilibrada 
Seguir unos hábitos saludables en la alimentación puede ayudar a disminuir tres de los principales factores implicados en las enfermedades del corazón: el colesterol elevado, la hipertensión arterial y el exceso de peso. Así, es posible reducir el riesgo cardiovascular con sólo implementar unos pocos cambios en la dieta.
Los hábitos sanos para el corazón incluyen limitar el consumo diario de sal y de alcohol. Además, la dieta debe constar principalmente de frutas, verduras, cereales, carnes magras y pescado. Se aconseja reducir el consumo de grasa (especialmente grasa saturada) y colesterol (carnes rojas grasas, leche entera, quesos elaborados con leche entera, huevos, platos a base de crema y postres que contengan mucha grasa), y priorizar la grasa que procede del aceite de oliva, frutos secos y pescado azul, por sus beneficios sobre el sistema cardiovascular. El aporte de fibra (cereales integrales, legumbres, frutas) también es muy importante.
3. Dejar de fumar
El tabaco es uno de los principales factores que se pueden evitar y modificar para disminuir la aparición de enfermedades del corazón. Fumar ejerce un efecto nocivo sobre el sistema cardiovascular, favorece el riesgo de trombosis y provoca una reducción del calibre de las arterias coronarias dificultando el riego del corazón. Por tanto, es imprescindible, evitar el tabaco de forma activa así como el tabaquismo pasivo (ambientes de fumadores).
El hábito tabáquico puede ser muy difícil de abandonar. Se requiere una clara voluntad de dejarlo y en muchos casos un buen asesoramiento médico-psicológico. Puede ser de utilidad consultar con una unidad especializada en tabaquismo para optar a las diversas opciones de tratamiento. En personas que recaen de nuevo tras temporadas sin dejar de fumar o cuando aparecen síntomas característicos por la retirada del tabaco especialmente, debería dejarse aconsejar por un profesional. Si en el primer intento, tras una temporada sin fumar, se recae de nuevo no importa. En muchos casos, los fumadores deben intentarlo más de una vez hasta conseguirlo.
Claves para mantener un corazón sano
4. Limitar el alcohol
El consumo de alcohol moderado (uno a dos vasos de vino tinto al día) se ha relacionado con una disminución de las enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, está demostrado que el abuso del alcohol es perjudicial para la salud. Diversos estudios han descrito una relación entre un consumo de alcohol excesivo y la aparición de enfermedades cardiovasculares, por ello, es recomendable moderar su consumo y limitarlo a un vaso de vino tinto para acompañar las comidas.
5. Mantener un peso óptimo
Diversos estudios han mostrado que la obesidad agrava los problemas cardíacos por el sobreesfuerzo al que se somete al corazón, predispone a sufrir hipertensión, cardiopatía coronaria, accidentes cerebrovasculares, favorece la aparición de diabetes tipo 2… además de otras enfermedades como las pulmonares y las osteoarticulares que también se ven afectadas por la sobrecarga a la que se ven sometidas.
Aproximadamente un 40% de la incidencia de la cardiopatía coronaria se atribuye a un índice de masa corporal (IMC) superior a 25. Por eso resulta fundamental que cada persona conozca su IMC y actúe en consecuencia, sobre todo si se trata de personas mayores de 20 años. El IMC se calcula dividendo el peso (en kilos) por el cuadrado de la altura (en metros). Si el resultado es superior a 30 significa que estamos ante un caso claro de obesidad, por lo que será importante empezar poco a poco y perder peso, pues se reduce notablemente el riesgo de sufrir un accidente cardiovascular.
6. Realizar actividades placenteras y eliminar el estrés
El estrés es otro factor que puede afectar al corazón. Es más probable sufrir un ataque cardíaco en momentos de estrés, porque el corazón se acelera y aumenta la presión arterial. Cuando esto sucede, el corazón necesita más oxígeno. Esto no quiere decir que el estrés cause enfermedades cardiovasculares, pero sí parece que puede agravarlas.
Es importante, por tanto, buscar momentos para realizar actividades relajantes y placenteras, como los paseos, el yoga, etc. y además conseguir ceñirse a calendarios laborales razonables que nos permitan disfrutar del tiempo libre y desconectar del estrés laboral diario.
7. Controlar la diabetes
En personas que padecen diabetes, el control estricto de sus cifras de glucosa (azúcar) en sangre evita lo que se conoce como las complicaciones de la diabetes en las que, básicamente, el nivel alto de glucosa mantenido provoca un deterioro de las arterias del organismo afectando principalmente a órganos como el corazón, el cerebro, los riñones y la visión. Además, existen otros conocidos factores de riesgo cardiovascular que, con frecuencia, se presentan asociados a la diabetes, especialmente la del tipo 2. Son: la obesidad, sobre todo la predominio abdominal, muy común en la mujer diabética; y la hipertensión arterial, cuya aparición suele aumentar en la mujer a partir de los 40-50 años. Todo ello hace muy necesario controlar periódicamente el azúcar en la mujer.
Con un buen control de la enfermedad (fármacos y dieta adecuada) se puede mejorar claramente la calidad de vida y el pronóstico de los pacientes con diabetes.
Se recomienda analizar el nivel de glucosa en la sangre una vez cada tres años a partir de los 40, con el objetivo de detectar precozmente la diabetes y reducir el riesgo de accidentes cardiovasculares y de una muerte prematura. En España, la prevalencia de la diabetes se sitúa alrededor del 14%. Sin embargo, casi la mitad de los casos no están diagnosticados".
Claves para mantener un corazón sano
8. Vigilar la tensión arterial
La hipertensión arterial es la elevación, mantenida en el tiempo, de la presión arterial sistólica (la que se conoce como la máxima) y/o de la diastólica (conocida como la mínima). Habitualmente no da ningún síntoma pero es importante detectarla y tratarla porque se relaciona con enfermedades cardiacas potencialmente graves como insuficiencia cardiaca y el infarto de miocardio.
Se considera hipertensión cuando las cifras de la presión arterial están por encima de 140/90mmHg.
Se debe acudir al médico regularmente para control de las cifras y si aparecen elevadas es importante seguir una serie de medidas higiénico dietéticas (ejercicio, bajar de peso, limitar la sal) así como el tratamiento farmacológico que esté indicado.
9. Mantener el colesterol a raya
El exceso de colesterol en sangre se acumula en las paredes de las arterias, contribuyendo al proceso de arterioesclerosis. Se considera hipercolesterolemia a los niveles de colesterol total superiores a 200 mg/dl y la hipercolesterolemia es un factor determinante en la aparición de la enfermedad cardiovascular. Está demostrado que las personas con niveles de colesterol en sangre de 240 tienen el doble de riesgo de sufrir un infarto de miocardio que aquellas con cifras de 200. Además, el colesterol alto no da síntomas y sólo lo hacen sus consecuencias. Las medidas sanitarias actuales están encaminadas a la prevención primaria, es decir, a evitar los niveles altos de colesterol y así disminuir el riesgo de estas patologías antes de que aparezca la patología cardiovascular.
 La prevención es algo tan sencillo como comer de forma saludable, controlar el peso y hacer ejercicio físico. En los casos que así se requiera, se dispone actualmente de una amplia variedad de fármacos que regulan los niveles de colesterol.
10. Realizarse revisiones médicas de forma periódica
A partir de los 40 años es recomendable la realización de revisiones médicas de forma periódica. Esto es especialmente importante en personas con factores de riesgo como son antecedentes familiares de enfermedad cardiaca, hipertensión, colesterol, diabetes, obesidad y tabaquismo.
La realización de una analítica y una exploración médica puede poner de manifiesto la presencia de enfermedades relacionadas con el riesgo cardiovascular (hipertensión, diabetes) cuando todavía no se han manifestado.

viernes, 6 de diciembre de 2013

El agua

 
 
La hidratación es un campo relativamente joven al que la ciencia no había prestado la atención que se merece hasta hace 15 años. Afortunadamente, las cosas han cambiado y este nutriente esencial, que supone el 60 por ciento de nuestro organismo y el 80 del de los bebés, ya es protagonista de investigaciones, recomendaciones nutricionales y congresos.
 
Además, se pretende crear una conciencia global de la importancia de llevar una correcta hidratación, ya que pocos son los que cumplen con la recomendación de tomar los 2 litros (mujeres) y los 2,5 litros (hombres) diarios de agua. «Todos bebemos menos de la necesaria y hay que revertir esto porque tiene implicaciones funcionales», afirma el doctor Ángel Gil, catedrático de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Granada y Presidente de la Sociedad Española de Nutrición y de la Fundación Iberoamericana de la Nutrición (FINUT).
 
Por ejemplo, un estudio llevado a cabo por el Centro de Investigación para el Estudio y la Observación de las Condiciones de Vida de Francia (CREDOC) concluye que la ingesta media de líquidos entre la población en Francia -independientemente de la edad- fue de 1-1,3 litros/día. Y estos resultados no son muy diferentes en el resto de Europa.
 
Recomendaciones para una correcta ingesta hídrica
 
Entre un 75-80 por ciento del líquido que ingerimos a diario debería provenir de las bebidas y un 20-25 por ciento de los alimentos, sobre todo de frutas y verduras, más ricas en este nutriente junto a los caldos y sopas.
 
«Teniendo en cuenta el papel de agua en nuestro organismo en el transporte de nutrientes, la eliminación de sustancias de desecho, la regulación térmica… debemos asegurar que estamos respondiendo a los requerimientos diarios de líquido recomendados», añade el doctor Gil.
Es muy importante mantenerse adecuadamente hidratado a lo largo del día y sin esperar a la sensación de sed, sobre todo en la población más vulnerable como los bebés, las mujeres embarazadas y/o en periodo de lactancia, o las personas mayores.
 
Hidratación y personas mayores
 
En el caso de las personas mayores, la deshidratación es un hecho que se da más, entre otros motivos, porque frecuentemente se ve dañado ese mecanismo de aviso que es la sed. La deshidratación se asocia con hipotensión, estreñimiento, aumento de la temperatura corporal, confusión mental, dolor de cabeza, irritabilidad e inestabilidad emocional.
 
Además, hay importantes estudios, especialmente en ancianos institucionalizados, en donde el estado de hidratación se ha relacionado con la capacidad afectiva. «De hecho, en este congreso el equipo de la doctora Rosa M. Ortega, experta en Nutrición de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense, presenta un estudio en el que en esos ancianos se observa que los que están deprimidos beben menos. Y, al contrario, los que más beben son los que tienen una mejor capacidad afectiva», explica el doctor Gil.
 
También, y según la European Food Safety Authority (EFSA), una hidratación adecuada contribuye al mantenimiento de las funciones físicas y cognitivas. Y, como ha señalado el doctor Lluís Serra-Majem, Presidente de la Fundación para la Investigación Nutricional y de la Academia Española de Nutrición y Ciencias de la Alimentación, hay ya evidencia científica en torno a la hidratación, la función y el rendimiento cognitivo y las cefaleas.
 
«La deshidratación influye en la capacidad de rendimiento, y en situaciones de deshidratación leve de sólo un 2 por ciento resultan afectadas habilidades cognitivas como la coordinación viso-motora, la atención y la memoria a corto plazo. En niveles superiores, se produce un descenso en la capacidad de alerta y concentración, y aumenta el cansancio, la fatiga y la somnolencia», afirma el experto.
 
En el caso de las cefaleas, hay estudios que demuestran cómo la deshidratación es una causa añadida e importante en cuanto a sintomatología «los propios pacientes saben que cuando no beben tienen más ataques y que la hidratación ayudar a reducir sus síntomas, ya que la ingesta de líquidos afecta al equilibrio hidrosalino, que es muy sensible, sobre todo en las zonas cerebrales», añade el doctor Serra-Majem.
 
¿Qué es una hidratación inadecuada?
 
Una incorrecta hidratación se da cuando la eliminación de líquidos de nuestro cuerpo es superior al consumo y, en determinados casos, se produce una deshidratación.
 
Esta afecta a diversas actividades intelectuales, sobre todo a la atención, a las actividades psicomotoras, a la memoria inmediata etc.
 
Una deshidratación de más del 2 por ciento reduce la capacidad de memoria a corto plazo por disminución del rendimiento cognitivo y también provoca una disminución del rendimiento físico, afectando por igual a adultos jóvenes que a personas mayores.
 
¿Sabías que…?
 
—El agua es un nutriente esencial para el organismo
 
—Una hidratación adecuada es un requisito indispensable para la vida a cualquier edad (cerca del 60 por ciento de nuestro organismo es agua) y necesario para realizar todo tipo de actividades. Para mantener un correcto nivel de hidratación, es necesario beber agua y otros líquidos diariamente y a lo largo de la jornada, sin esperar a tener sensación de sed.
 
—La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) recomienda ingerir 2 litros de agua al día para mujeres adultas. Entre los 9 y los 13 años se recomienda tomar 2.100 ml/día para niños y 1.900 ml/día para niñas.
 
—Se recomienda que el 20-25 por ciento del líquido que tomamos a diario provenga de los alimentos, y un 75-80 por ciento de las bebidas.
 
—Todas las bebidas, excepto las alcohólicas, que contienen más de un 80 por ciento de agua hidratan.
 
—La variedad en la ingesta de líquidos puede favorecer alcanzar más fácilmente los niveles adecuados de hidratación.
 
—Un 60 por ciento de los españoles reconoce que sólo se hidrata cuando tiene sed, lo que podría significar que ya existe cierta deshidratación.
 
—Mantenerse hidratado es una de las claves para envejecer bien.
 
—La niñez y la vejez son etapas de la vida en las que se debe cuidar aún más la hidratación, junto al embarazo y el periodo de lactancia.
 
—Con la edad disminuye la sensación de sed, por lo que las personas mayores son susceptibles de consumir menos líquidos. A estas edades, se recomienda beber más a menudo y en cantidades pequeñas para evitar la distensión gástrica.
 
—Casi dos terceras partes de los mayores de 50 años en España (el 61 por ciento) reconocen que se hidratan de manera insuficiente, y un 31 por ciento afirma que toma menos de 1,5-2 litros de líquidos al día.

miércoles, 4 de diciembre de 2013

Trucos para no tener tanta hambre

No es la primera vez que hablamos de algún que otro consejo para controlar el hambre, porque todos los que estamos a dieta, caemos en ciertas tentaciones. Hoy os proponemos nuevas ideas para intentar poder seguir la dieta sin ningún problema referido con el hambre.
 
 
 
Tenemos que controlar esa sensación de hambre que muchas veces se impone a unas horas que no debe. Primero debemos de desayunar muy bien, pero evitando los azúcares que a la larga, nos darán más hambre.
 
www.miherbalifenutricion.com
 
 
No es bueno aguantar el hambre, por eso, cuando lo necesitemos, los mejor es tomar algún que otro aperitivo saludable. Bebe mucha agua, ya que esto, además de hidratarte, te creará una sensación de saciedad
 
Te puedes ayudar con suplementos de vitamina B, que tomarán en las comidas para reducir el hambre. Plantas como el Guaraná o la calabaza, sobre todo, las semillas, evitarán que caigamos en las tentaciones.

lunes, 2 de diciembre de 2013

El té

Yo era una fiel seguidora del café, desechando siempre los tés y demás infusiones, hasta que me di cuenta de que, en nuestra rutina diaria, hay ciertos hábitos que es mejor dejar aparcados, para dar paso a otros mucho más saludables.
 

 
http://miherbalifenutricion.com/index.php?id_product=11&controller=product&id_lang=4
 
 

En este caso, el té verde es uno de ellos, no solamente por una razón concreta, sino por varias que veremos a continuación. Primero, es bueno para quemar calorías y eliminar las toxinas que nos sobran.
 
 
 
Reduce la glucosa manteniendo a raya la diabetes, además de disminuir los niveles de colesterol. Si tienes problemas de caída de cabello, entonces no dudes por una taza de té verde, puesto que es un potente antioxidante.
 
http://miherbalifenutricion.com/index.php?id_product=11&controller=product&id_lang=4
 
 
Además, retrasa en envejecimiento, estimula el sistema inmunológico y hasta dicen que previene del cáncer, gracias la sustancia llamada catequina, que el té posee. Si te gusta el té, incluye el verde en tu dieta diaria, porque todo son ventajas.